La carga vertical generada por las alas reduce la "flotabilidad" de la rueda delantera a altas velocidades, la tendencia al caballito y aumenta la estabilidad durante el frenado, la entrada y las curvas.
Este comportamiento dinámico infunde seguridad y limita la intervención de los controles electrónicos, de modo que el piloto se ve obligado a mantener el acelerador abierto durante más tiempo, así como a frenar más tarde justo en la curva, beneficiándose en términos de rendimiento.